jueves, 27 de noviembre de 2008

La invitación


Vengo a visitarte,
desde el centro de mi corazón
a tu tierra de nadie
para hacerte una invitación
y agradecerte
sotto voce al oído

Vengo a visitarte,
después de navegar extraviada,
bogando a la deriva
en una mar por el tropel agitada
de pensamientos confusos,
oscuros y alejados
del centro de mi corazón

Vengo a visitarte
para invitarte a descubrir
el centro de tu propio corazón
donde la mar es serena
y es eterno el amor

No porque los recuerdos mientan, no
No porque el sueño de la razón desfigure
lo que una vez se sintió, no
No porque el insoportable dolor de espalda
sea la única expresión fiable de sensación
No es eso, no

Es porque estás tan cerca y tan lejos
Tan cerca del centro mío
que no está en ninguna parte
Tan lejos en tu tierra de nadie

Ese centro del corazón
no pertenece realmente a nadie
Es de todos y no está en ninguna parte
Sólo espera por quien lo halle

Cuando despiertes de tu sueño,
mi niño bello, y te bese el sol
Cuando despereces tus miembros adoloridos
y decidas que el monstruo ya murió,
verás en tu espejo insondable
a tu verdadero ser, eterno, inmutable
en el centro de tu corazón

Mientras tanto te sigo amando
y vendré a visitarte
a tu tierra de nadie,
desde el centro,
te amo,
amor

1 comentario:

Marina Judith Landau dijo...

Estuve leyendo tu blog, sobrevolándolo un poco, ya volveré nuevamente, me agrada mucho el modo en que te expresás, el modo de jugar con las palabras, con las imágenes...
Bellísimo este texto, acepto tu invitación, nuestros caminos llevan el mismo destino...
Un abrazo.